Pienso en como era mi vida cuando pasaba los veranos con mis padres en el campo. Es extraño, me alegraba recibir a mis tíos de visita. Supongo que eso era así porque mi madre era feliz cuando ellos venían. Les cocinaba pan.
Añoro aquel pasado, tanto que me cuesta reconocer el presente y sin embargo, desde aquí mi infancia me parece ajena. El pasado y el presente se repelen. En algún punto del universo se anulan y entonces yo desaparezco. A veces pienso que lo único real es el olor del pan que cocinaba mi madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario