Sábado


Huguito me recomendó no dar vueltas a la manzana con Ivonne. Me dice que se comentan fulerías. 
Hoy es sábado, no quiero ir. Cuantos hombres irán antes que yo. Ella dice que el sábado es su día libre. Odio que me mienta, las prostitutas trabajan todos los días, necesitan el dinero. 
No me gusta que me toque. Tampoco que me mire. Si me toca le voy a pegar en la cabeza. No sabe cómo hacerlo, es bruta. Me provoca impotencia.
Una vez terminé en el hospital. Me dieron ocho puntos cerca de la sien. Me quedó una extraña sensibilidad que me recuerda las botas de quien no quiero nombrar. Es un negrito de mierda que viste mal y usa gel barato. No escucha a Richard Strauss, no sabe ni quien es.
Ivonne me llamó a las diez y veinte de la noche. Me preguntó si me había pasado algo. No quiero ir, le dije. Quien no quiero nombrar gritó algo que no se llegó a entender. Ivonne me dijo que si quería sólo conversábamos. Entendí lo que gritaba quien no quiero nombrar. Le pedí a Ivonne que le dijera que se fuera a cagar. Ella no se lo dijo. Lo odio, se está buscando que le meta un cuchillo en la panza. Siempre dice que si me hago el loco me va a degollar como a un pollo. Yo lo voy a abrir al medio y lo voy a llenar con las plumas de un almohadón.


2 comentarios:

  1. Estamos atentos a sus venturas, me parece pertinente hacercelo saber.
    Gracias por sus palabras de acpetación en aquel rincón de internet que me pertenece

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    1. Su texto lo merece. Gracias por su visita y su atención.

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